Anécdotas de nunca creer
Un día, en un restaurante de Barcelona, España, los escritores Gabriel García Márquez, Vargas Llosa, José Donoso, Bryce Echenique y Jorge Edwards, entraron y se sentaron alrededor de una mesa y, en lugar de comida, pidieron primero una botella de vino.
El restaurante tenía como regla que los comensales escribieran el pedido de comida en un papel y el cual debían entregarlo después al camarero. No obstante, los escritores, quienes para entonces conformaban el boom de la literatura latinoamericana, se dedicaron a conversar y a pedir más vino y se olvidaron de escribir lo que iban a pedir de comida.
Ante esa falta de atención por parte de aquellos clientes y por la demora para hacerlo, pues los contertulios estaban tan entusiasmados en sus charlas cada vez más interesantes por el fervor de las botellas de vino, el mesero no aguantó más y se les acercó a la mesa, para interrumpirles la amena conversación y, un poco enojado, les preguntó:
--- ¿Bueno, señores y es que nadie sabe escribir en esta mesa?.
Sin duda, el mesero no sabía quiénes eran aquellos latinos, los cuales debieron hacer un grande esfuerzo para no soltar las risas…
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