Otro aniversario del elefante blanco más viejo de Santa Marta

La noche del pasado viernes 18 de noviembre, un comité de los estudiantes de la Esap de Santa Marta, le volvió a celebrar un aniversario más, el número 11, al elefante blanco en que se convirtió la sede de la Escuela Superior de Administración Pública de la capital magdalenense.

En la celebración protesta, los estudiantes le pidieron ayuda al presidente Gustavo Petro, para que se termine la obra y los samarios como el resto de habitantes del Magdalena, cuenten por fin con una sede digna en donde recibir las clases.

Como es ya de conocimiento público, por la construcción de ese edificio se habrían perdido por lo menos 4 mil 521 millones de pesos, hace once años, cifra que hoy equivaldría al triple.

La obra ya es inviable, por cuanto el proyecto nunca cumplió con las normas de sismo-resistencia. Y aunque la Esap no avaló la edificación, porque era claro que tenía fallas en su estructura, el Fonade de todas maneras la recibió y pagó los recursos del contrato.

Desde su construcción inconclusa, han pasado tres gobiernos presidenciales uribistas: dos de Álvaro Uribe y uno de Iván Duque y dos más del gobierno de Juan Manuel Santos y todos se hicieron los de la vista gorda, dejando no solamente a centenares de estudiantes de esa escuela sin una sede por ese tiempo, sino también un problema que podría convertirse en una tragedia, por cuanto la edificación no está sólida y en cualquier momento puede desplomarse y afectar a las familias y viviendas de alrededor.