La inspiración inagotable de escribir


A lo largo de mi vida he encontrado gentuza de esta misma calaña: Un día, un colega se me acercó, para preguntarme qué me había fumado, para poder escribir un libro. Yo simplemente le respondí: Si crees que para escribir un libro se necesita fumar algo, estás en el oficio equivocado.


Para escribir cuentos o historias no hay que estar drogado ni borracho. Es cierto que la inspiración es un aliciente, para el desarrollo de una creación y ella se encuentra en un modelo e incluso en otra historia.


Por el contrario, tienes que tener todos tus sentidos completos, sin nada externo que te perturbe, porque no solo no vas a pasar del primer renglón, sino también vas a escribir un despelote.


Por eso a mí nunca se me va a acabar la inspiración de escribir, mientras pueda mover mis dedos o esté vivo.


Siempre existe una historia o un modelo que inspire un libro, una canción o una poesía. Quien no concibe todo lo anterior o no alcanza a comprenderlo así, repito, es porque está en el oficio equivocado.


Para mí, la inspiración de escribir es inagotable y nunca se va a ir o desvanecer, como muchos que dejaron de escribir lo han manifestado, para justificar su eterno asueto.


Publicar un comentario

Publicar un comentario

Álvaro Cotes Periodista