"Con la libertad y la dignidad no se negocia”

Miguel de Cervantes Saavedra, un 9 de mayo como hoy, pero de 1605, publicó la primera parte de la novela Don Quijote de la Mancha, del género de aventuras, caballería y realista.  La primera parte de la obra apareció con el título “El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha”, un referente de las utopías que nos enseñó que “con la libertad y la dignidad no se negocia” y algo de él palpita en nuestro interior. En 1615 apareció su continuación con el título de “Segunda parte del ingenioso caballero don Quijote de la Mancha”, que como unidad constituye el gran monumento de la lengua castellana y de la literatura universal.


Leamos lo que nos dice don Quijote de la Mancha, acerca de la vida y los sentimientos  humanos, en las siguientes meditaciones personales: “El nuevo evangelio del Quijote se sintetiza en que hagamos siempre lo que tenemos que hacer, es decir, que escuchemos nuestra voz interior en estado de completa calma, que sigamos lo dictado por nuestra conciencia cuando estemos en condiciones de paz y de reposo, que le deparemos atención a nuestro yo interior cuando nos hallemos en un lugar silencioso y acogedor, y lo que nos musite, con su tono suave y a veces imperceptible, lo hagamos con todas las fuerzas del espíritu”.

“El Hidalgo nos pide que seamos nosotros mismos, que seamos auténticos, que no paremos mientes en las tentaciones que nos llevan a rendirle culto a los mitos sociales, políticos, familiares, profesionales, solo se debe escuchar al yo natural, al íntimo, al verista; claro que si nos llama realmente a lo político hagámosle caso o a lo social o a lo mundano, de todas maneras aprendamos a escucharlo, es que, no por mundanos, Charles Baudelaire o Paul Verlaine fueron menos poetas, o por políticos José Martí y Pablo Neruda fueron menos grandiosos, lo importante es que entendamos lo que nos manifiesta nuestra conciencia, que estemos siempre guiados por su arpa, por su violín, por su serenata al crepúsculo o su cántico a la aurora, ...debemos entonces dejarnos guiar por nuestra esencia, por nuestros verdaderos agrados, por lo que nos parece consustancial, solo así, según el Caballero Andante, llegamos a puerto seguro”.

“El Quijote nos aconseja no temer, nos dice que tenemos que ser muy fuertes en la perseverancia, pues, muchas veces se reciben golpes que no creemos poder soportar, desengaños que no creemos merecer, ingratitudes que nos sumen en algo parecido al desprecio, pero el pago o recompensa por nuestra lucha no se debe buscar en los demás, en los agasajos o en las comodidades, está en saber que vamos por el camino de los que se quitan el velo, de los que ven lo invisible y escuchan los “Gritos del Silencio”, nada se debe barruntar que haga daño a nadie, nada se debe entender como premonitorio de desgracias para sí o para los demás; se debe porfiar en prestar atención al dictado interno, no existe otra forma de saludar la muerte con una sonrisa de seguridad cuando se presente amigable a llevarnos al nuevo sendero, a la dimensión siguiente”. (Vera Pabón, Ricardo, “Don Quijote de la Mancha: la sabiduría perdurable”, Ediciones UNAULA, Medellín, sept. de 2016).

Publicar un comentario

Publicar un comentario

Álvaro Cotes Periodista